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El precio de la gasolina mantiene velocidad crucero y pone en jaque el control de la inflación

El precio de la gasolina mantiene velocidad crucero y pone en jaque el control de la inflación

La industria apunta contra la volatilidad en el precio global como principal responsable, aunque se beneficia de márgenes de refino récords

Fuente: CincoDias

La gran batalla contra la inflación se libra en los surtidores. Mientras la mayor parte de los españoles aprovecharon el verano para descansar, los precios de la gasolina no se tomaron respiro y encadenaron siete semanas al alza. Los carburantes alcanzan su valor más elevado desde finales de agosto de 2022, cuando aún estaba vigente la bonificación de 20 céntimos por litros implantada por el Gobierno, y saltan un 7,5% desde inicios de julio.

“Según datos del Ministerio de Transportes, el precio de la gasolina 95 en España ha crecido un 5,2% intermensual en agosto, lo que ha llevado a su tasa interanual a pasar del -10,8% en julio al +5,1% en agosto, empujando la inflación general considerablemente al alza”, resume Javier Ibáñez de Aldecoa, economista de CaixaBank Research.

La aceleración de los precios que pagan directamente los consumidores es aún menor que el incremento de los precios internacionales. Un informe del banco holandés ING destaca que el precio del barril de petróleo Brent, el de referencia en Europa, se ha encarecido un 18% desde finales de junio hasta tocar los 86 dólares, 10 dólares más que hace dos meses. Dicho de otra manera, los precios en el surtidor aún tienen espacio de corrección para ganar terreno ante el aumento del crudo, aunque la correlación entre los precios del crudo y lo que pagan los consumidores no es directa.

Las grandes energéticas locales apuntan al factor internacional como el responsable exclusivo de las subidas locales e insisten con la volatilidad presente en el mercado. El único dato comparable publicado hasta el momento, el IPC adelantado de Alemania, confirma también una subida de los precios locales del gasóleo y del gas en el principal mercado europeo. De hecho, en la comparación regional, las empresas apuntan a que la subida en España del precio de la gasolina sin plomo de 95, la de referencia para Bruselas, se encuentra dentro de la media de aumento entre los Veintisiete, que es del 6,2%. Resaltan incluso que en Portugal el incremento entre mediados de junio y agosto fue del 10%.

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Perspectivas

La pregunta es si las compañías ajustarán sus márgenes de refino y limitarán el alza de los precios. Esto parece, según analistas consultados por CincoDías, poco probable. “Las refinerías se benefician actualmente de un entorno de márgenes que eclipsa casi cualquier otro periodo, excepto 2022?, señaló recientemente la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su informe mensual. El caso de Repsol es un ejemplo de esta tendencia. El margen de refino de esta petrolera alcanzó los 6,4 dólares el barril durante el segundo trimestre del año, un 72,5% menos que igual periodo del año anterior pero casi tres veces mayor que el promedio de todo 2021.

Fuentes del sector energético argumentan que el escenario actual es consecuencia principalmente de una falta de inversión en la producción a comienzos de la década, que contrasta con una demanda al alza. Esto consolida el riesgo de una falta de equilibrio en el mercado petrolero, y por ende precios muy ajustados en los próximos años. El cambio vendrá, afirman los expertos consultados, por el lado de la demanda. Los datos de la Compañía de Reservas de Productos Petrolíferos (Cores) subrayan que la demanda de gasolina en España durante el primer semestre del año alcanzó su máximo histórico en 14 años.

En lo que sí hay consenso es que el crudo no cederá terreno y no habrá un desplome en su cotización gracias al cerco impuesto por Arabia Saudi y Rusia para limitar la producción global. “Los precios del petróleo podrían aumentar aún más a 90 dólares por barril para finales de este año”, afirma Wouter Thierie, de ING, que deja abierta la puerta a cambios sujetos a la demanda global y los datos de la economía china.

La incógnita es si habrá algún tipo de ayuda oficial para paliar la volatilidad internacional en el mercado doméstico. “No creo que se vayan a tomar medidas como las rebajas del año pasado. Aunque ha subido mucho el precio de los carburantes sigue por debajo de los niveles del verano pasado. En un momento que hay que ir hacia el ajuste de las cuentas públicas está fuera de lugar poder aplicar una bonificación a los carburantes”, analiza María Jesús Fernández Sánchez, economista senior de Funcas.

En ese sentido coincide Víctor García Nebreda, secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar). “Los precios todavía no rozan los 2 euros el litro, quizás no tenga tanto sentido en este momento”, apunta. El representante de los empresarios de estaciones de servicio sí resalta un cambio en la actitud de los consumidores. “Antes se decía que la demanda era muy rígida para los combustibles. Hoy vemos que los consumidores tienen un presupuesto limitado: cuando no hay más no queda otra opción que pasar al transporte público”, admite.

Claro que, en la vuelta a la rutina, dejar el coche no es una opción para muchos. Fuentes del sector resaltan el vuelco de los consumidores por las gasolineras ‘low cost’ y la adopción acelerada de los programas de fidelización como formas de ahorro ante un aumento de precios que hacen un poco más complicada la cuesta de septiembre.

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